Revista Investigación y Ciencia
403 -ABRIL 2010
Origen de la piel desnuda
Jablonski, Nina G.
La investigación ha avanzado en el descubrimiento de la razón de la ausencia de pelo en humanos. La piel desnuda habría desempeñado una función clave en la aparición de otros rasgos importantes.
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Entre los primates, los humanos somos los únicos con la piel casi desnuda. El resto de los miembros de nuestra extensa familia posee una piel cubierta por un pelaje denso, como la mayoría de los mamíferos: desde el negro y corto pelo del mono aullador al largo y cobrizo del orangután. Es cierto que nosotros tenemos pelo en la cabeza y en otras partes del cuerpo, pero, en comparación con nuestros parientes, hasta la persona más hirsuta aparece desnuda.
¿Cómo hemos adquirido esa desnudez? Los científicos se han venido planteando esta cuestión desde hace siglos. Encontrar una explicación no ha sido fácil, ya que la mayoría de los rasgos principales de la evolución humana (la aparición de la locomoción bípeda, por ejemplo) quedan registrados en los fósiles de nuestros antepasados, pero ninguno de los restos hallados conserva impresiones de la piel. Sin embargo, en los últimos años se han descubierto, en el registro fósil, pruebas indirectas de la evolución de nuestra piel: de cubierta de pelo a casi desnuda.
Gracias a tales indicios y a descubrimientos realizados durante el último decenio en genómica y fisiología, el autor y otros científicos han llegado a una explicación de la razón de la pérdida del pelo corporal y el momento en que ese fenómeno se produjo. Además de dar cuenta de nuestro aspecto, la hipótesis indica que la piel desnuda desempeñó una función crucial en la evolución de otras características humanas, incluido el mayor tamaño cerebral y la dependencia del lenguaje.
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