EL ALBATROS
(Charles Baudelaire)
A menudo, por divertirse, los hombres de la tripulación
cogen albatros, grandes pájaros de los mares,
que siguen, como indolentes compañeros de viaje,
al navío que se desliza por los abismos amargos.
Apenas les han colocado en las planchas de cubierta,
estos reyes del cielo torpes y vergonzosos,
dejan lastimosamente sus grandes alas blancas
colgando como remos en sus costados.
¡Qué torpe y débil es este alado viajero!
Hace poco tan bello, ¡qué cómico y qué feo!
Uno le provoca dándole con una pipa en el pico,
otro imita, cojeando, al abatido que volaba.
El Poeta es semejante al príncipe de las nubes
que frecuenta la tempestad y se ríe del arquero;
desterrado en el suelo en medio de los abucheos,
sus alas de gigante le impiden caminar.
tus poemas preferidos
Iniciado por YEKITTA, oct 27 2005 04:49
23 Respuesta(s) a este Tema
#22
Publicado el 02 noviembre 2005 - 07:39
Este poema infantil, lo leia una y otra vez cuando era chika...
EL ROMANCE DE LA NIÑA NEGRA.
Toda vestida de blanco,
almidonada y compuesta,
en la puerta de su casa
estaba la niña negra.
Un erguido moño blanco
decoraba su cabeza;
collares de cuentas rojas
en su garganta dan vueltas.
Las otras niñas del barrio
juegan en la vereda;
las otras niñas del barrio
no quieren jugar con ella.
Toda vestida de blanco,
almidonada y compuesta,
en un silencio sin lágrimas,
lloraba la niña negra.
Toda vestida de blanco,
almidonada y compuesta,
en un féretro de pino
reposa la niña negra.
A la presencia de Dios
un ángel blanco la lleva;
la niña negra no sabe
si ha de estar triste o contenta.
Dios la mira dulcemente,
le acaricia la cabeza
y hermosas alas blancas
a sus espaldas sujeta.
Los dientes de mazmorra
brillan en la niña negra.
Dios llama a los ángeles
y dice: "Jugad con ella".
Luís Cané, Argentina: 1897-1957
EL ROMANCE DE LA NIÑA NEGRA.
Toda vestida de blanco,
almidonada y compuesta,
en la puerta de su casa
estaba la niña negra.
Un erguido moño blanco
decoraba su cabeza;
collares de cuentas rojas
en su garganta dan vueltas.
Las otras niñas del barrio
juegan en la vereda;
las otras niñas del barrio
no quieren jugar con ella.
Toda vestida de blanco,
almidonada y compuesta,
en un silencio sin lágrimas,
lloraba la niña negra.
Toda vestida de blanco,
almidonada y compuesta,
en un féretro de pino
reposa la niña negra.
A la presencia de Dios
un ángel blanco la lleva;
la niña negra no sabe
si ha de estar triste o contenta.
Dios la mira dulcemente,
le acaricia la cabeza
y hermosas alas blancas
a sus espaldas sujeta.
Los dientes de mazmorra
brillan en la niña negra.
Dios llama a los ángeles
y dice: "Jugad con ella".
Luís Cané, Argentina: 1897-1957
#23
Publicado el 13 noviembre 2005 - 06:11
Charles BAUDELAIRE
¿QUÉ DIRÁS ESTA NOCHE?
¿Qué dirás esta noche, pobre alma solitaria,
qué dirás, corazón, marchito hace tan poco,
a la muy bella, a la muy buena, a la amadísima,
bajo cuya mirada floreciste de nuevo?
El orgullo emplearemos en cantar sus loores;
nada iguala el encanto que hay en su autoridad;
su carne espiritual tiene un perfume angélico,
y nos visten con ropas purísimas sus ojos.
En medio de la noche y de la soledad,
o a través de las calles, del gentío rodeado,
danza como una antorcha su fantasma en el aire.
A veces habla y dice: \"Yo soy la bella y ordeno
que por amor a mí no améis sino lo bello;
soy el Ángel guardián, la Musa y la Madona\".
Versión de: Antonio Martínez Sarrión
¿QUÉ DIRÁS ESTA NOCHE?
¿Qué dirás esta noche, pobre alma solitaria,
qué dirás, corazón, marchito hace tan poco,
a la muy bella, a la muy buena, a la amadísima,
bajo cuya mirada floreciste de nuevo?
El orgullo emplearemos en cantar sus loores;
nada iguala el encanto que hay en su autoridad;
su carne espiritual tiene un perfume angélico,
y nos visten con ropas purísimas sus ojos.
En medio de la noche y de la soledad,
o a través de las calles, del gentío rodeado,
danza como una antorcha su fantasma en el aire.
A veces habla y dice: \"Yo soy la bella y ordeno
que por amor a mí no améis sino lo bello;
soy el Ángel guardián, la Musa y la Madona\".
Versión de: Antonio Martínez Sarrión
#24
Publicado el 13 noviembre 2005 - 06:15
[size=24][font=Times New Roman:3cc95615e4]Charles Baudelaire
LA BELLEZA
Yo soy bella, ¡oh mortales! , como un sueño de piedra.
Mi seno -donde el hombre se desangra y expira-
mudo, infinito amor al poeta le inspira,
coronada de rosas lo mismo que de yedra.
Campea en el azul -esfinge impenetrable-:
bajo alburas de cisne llevo un alma de nieve;
odio los movimientos que las líneas remueve;
lo mismo ignoro el llanto que la risa inefable.
Los poetas, absortos frente a mis actitudes
-que asumidas parecen de altivas magnitudes-
consumirán sus días sondando las edades;
que tengo para embrujo de amadores tan fieles,
-espejos que trasmutan las guijas en joyeles-
mis ojos, grandes ojos, de eternas claridades.
Versión de Carlos López Narváez[/font:3cc95615e4]
LA BELLEZA
Yo soy bella, ¡oh mortales! , como un sueño de piedra.
Mi seno -donde el hombre se desangra y expira-
mudo, infinito amor al poeta le inspira,
coronada de rosas lo mismo que de yedra.
Campea en el azul -esfinge impenetrable-:
bajo alburas de cisne llevo un alma de nieve;
odio los movimientos que las líneas remueve;
lo mismo ignoro el llanto que la risa inefable.
Los poetas, absortos frente a mis actitudes
-que asumidas parecen de altivas magnitudes-
consumirán sus días sondando las edades;
que tengo para embrujo de amadores tan fieles,
-espejos que trasmutan las guijas en joyeles-
mis ojos, grandes ojos, de eternas claridades.
Versión de Carlos López Narváez[/font:3cc95615e4]