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¿Por qué no intentar una aproximación científica a la educación científica?
Escrito por Kanijo en Ciencia General
2009. március 11
El propósito de la educación científica no es simplemente entrenar a una pequeña fracción de la población para que se conviertan en la siguiente generación de científicos.
Necesitamos una población ilustrada científicamente para abordar retos globales a los que se enfrenta la humanidad y que sólo la ciencia puede explicar y posiblemente paliar, tales como el calentamiento global, así como para tomar decisiones inteligentes e informadas mediante la comprensión científica, sobre temas como la modificación genética.
Además, la economía moderna está en gran parte basada en la ciencia y la tecnología, y para que mejore la economía y los individuos que están dentro de ella tengan éxito, necesitamos ciudadanos ilustrados técnicamente con habilidades para resolver problemas complejos.
Para abreviar, necesitamos hacer que la educación científica sea efectiva y relevante para una fracción grande y necesariamente diversa de la población.
¿Qué quiero decir con una educación efectiva en ciencia? Creo que una educación científica exitosa transforma cómo piensan los estudiantes, de tal forma que podemos comprender y usar la ciencia de la misma forma que los científicos.
¿Pero es este tipo de transformación verdaderamente posible para una gran parte de la población?
La hipótesis que tanto yo como otros hemos adelantado es que es posible, pero sólo si hacemos una aproximación a la enseñanza de la ciencia como ciencia. Esto significa aplicar a la enseñanza científica las prácticas que son componentes esenciales de la investigación científica y que explican por qué la ciencia ha progresado a un ritmo tan notable en el mundo moderno.
Los más importantes de estos componentes son:
Ejercicios y conclusiones basados en los datos objetivos en lugar de – como es frecuentemente el caso en la educación — la anécdota o la tradición. Esto incluye el uso de resultados de investigaciones anteriores, tales como trabajos sobre cómo aprende la gente.
Diseminar los resultados de una forma académica y copiar y construir sobre lo que funciona. Demasiado a menudo en la educación, particularmente en el nivel post-secundario, todo se reinventa, a menudo de una forma con muchos fallos, cada vez que un profesor distinto ofrece un curso. (Llamo a este problema el de “reinventar la rueda cuadrada”.)
Un uso intensivo de la tecnología moderna. De la misma forma que buscamos maneras de usar la tecnología en la investigación científica avanzada, tenemos que hacer lo mismo en la educación.
Estos tres componentes esenciales de toda investigación científica experimental (y, no por casualidad, del arte de la enseñanza y aprendizaje) pueden ser igualmente valiosas en la educación científica. Aplicadas a la enseñanza de la ciencia, tienen la capacidad de mejorar drásticamente tanto la efectividad como la eficiencia del sistema educativo.
El misterio del aprendizaje
Cuando di mis primeras clases como profesor asistente, solía usar la aproximación que es común cuando se le pide a alguien que enseñe algo. Primero pensé profundamente sobre el tema y lo dejé claro en mi mente. Entonces se lo expliqué a mis estudiantes de tal forma que lo comprendiesen con la misma claridad que yo. Al menos esa era la teoría.
Pero soy un devoto creyente del método experimental, por lo que siempre mido los resultados. Y cada vez que hacía un sirio intento por determinar lo que mis estudiantes estaban aprendiendo, quedaba claro que esta aproximación simplemente no funcionaba. Un estudiante ocasional aquí o allí podría comprender mis explicaciones maravillosamente claras e inteligentes, pero la enorme mayoría de estudiantes no se quedaban con nada en absoluto.
Durante muchos años, este fallo de los estudiantes al aprender de mis explicaciones permanecía como un frustrante misterio, al igual que creo que sucede con muchos diligentes miembros del profesorado. Lo que finalmente me llevó a comprender fue que me estaba encontrando un misterio incluso mayor en mis estudiantes graduados.
He llevado a cabo una extenso programa de investigación en física atómica a lo largo de muchos años que ha implicado a muchos estudiantes graduados, en cuyo desarrollo profesional he invertido mucho tiempo e ideas. Y con el paso de los años me he dado cuenta de un patrón consistente: Los nuevos estudiantes graduados pueden llegar a mi laboratorio tras 17 años de extraordinario éxito en las clases, pero cuando se les ofrece proyectos de investigación en los que trabajar, no tienen ni idea de cómo proceder. O peor aún — a menudo parece que ni siquiera han entendido realmente qué era la física.
Pero entonces sucede algo sorprendente: Apenas tras unos años de trabajo en mi laboratorio de investigación, interactuando conmigo y con otros estudiantes, se transforman. De pronto me di cuenta de que ahora eran expertos en físicos, auténticos colegas. Si esto hubiese sucedido una o dos veces simplemente podría parecer una rareza, pero me he dado cuenta de que es un patrón consistente. Por lo que decidí calcularlo.
Una hipótesis que se me ocurrió, dado que hay muchos otros asesores de investigación que han observado transformaciones similares, es que el cerebro humano tiene que pasar por 17 años de etapa “gusano” antes de transformarse de pronto en una “mariposa”.
Pero no estaba satisfecho con la explicación, por lo que abordé el problema como un problema científico. Empecé estudiando la investigación sobre cómo aprende la gente, particularmente cómo aprender ciencia, para ver si podía proporcionar una explicación más satisfactoria al patrón. En efecto, la investigación me ofreció otra explicación al misterio anterior de por qué mi enseñanza en clase no era efectiva.
Echaremos un vistazo a este razonamiento haciando alguna investigación sobre el aprendizaje y algunos conceptos básicos en la parte 2.
Referencias:
W. Adams et al. (2005), Proceedings of the 2004 Physics Education Research Conference, J. Marx, P, Heron, S. Franklin, eds., American Institute of Physics, Melville, NY, p. 45.
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D. Hestenes, M. Wells, G. Swackhammer (1992), The Physics Teacher. 30, 141.
Z. Hrepic, D. Zollman, N. Rebello. “Comparing students’and experts’ understanding of the content of a lecture,” to be published in Journal of Science Education and Technology.
E. Mazur (1997), Peer Instructions: A User’s Manual, Prentice Hall, Upper Saddle River, NJ.
G. Novak, E. Patterson, A.Gavrin, and W. Christian (1999), Just-in-Time Teaching: Blending Active Learning with Web Technology, Prentice Hall, Upper Saddle River, NJ.
K. Perkins et al. (2005), Proceedings of the 2004 Physics Education Research Conference, J. Marx, P. Heron, S. Franklin, eds., American Institute of Physics, Melville, NY, p. 61.
E. Redish (2003), Teaching Physics with the Physics Suite, Wiley, Hoboken, NJ.
Autor: Carl Wieman
Fecha Original: 9 de marzo de 2009
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