El Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Rancagua condenó hoy –lunes 5 de septiembre– a dos penas de 61 días de presidio efectivo y a 3 años y 1 día, a Erasmo Antonio Orellana Maureira, como autor de los delitos de: robo con fuerza de cajero automático -en grado de tentado-; conducción de vehículo motorizado con placa patente que corresponda a otro vehículo –en grado de consumado-; y receptación de un vehículo motorizado, en grado de consumado; ilícitos descubiertos el 03 de mayo de 2014, en la localidad de Requínoa y el sector de Alto Jahuel.
En fallo unánime (causa rol 295-2016), el tribunal –integrado por los magistrados Roberto Cociña Gallardo (presidente), y Joaquín Nilo Valdebenito y Marcela Paredes Olave (redactora)– aplicó, además, a Orellana Maureira las accesorias legales de suspensión de cargo u oficio público durante el tiempo de la condena, inhabilitación absoluta perpetua para derechos políticos, inhabilitación para obtener licencia de conductor por cinco años, y multa de 15 Unidades Tributarias Mensuales (UTM), y el pago de las costas de la causa.
Asimismo, se decretó el comiso de las herramientas incautadas y halladas dentro del automóvil Audi: dos destornilladores, una radio Motorola, un bolso contenedor de un diablo, combo y llave de ruedas, así como también dos herramientas artesanales.
De la misma manera, una vez ejecutoriado el fallo, el tribunal dispuso que se proceda a la toma de muestras biológicas de la sentenciada para determinar su huella genética y su inclusión en el registro nacional de ADN de condenados.
El tribunal estimó que: “En cuanto a la participación como autor de Orellana Maureria de los tres delitos por los cuales se le acusó, esta se acreditó con la prueba de cargo, en especial con la sindicación precisa que efectuó el policía Patricio Ferrada Muñoz (…). A lo que se unió los dichos del perito Raúl Basualto, quien describió que al registro de este auto encontró diversas herramientas, (…) perito que también indicó que el auto Audi tenía una placa patente que correspondía a otro móvil y que el mismo tenía orden de encargo por robo, a lo que se agregó los dichos del propio imputado el que confirmó su participación en la perpetración de las ilicitudes, en los términos señalados en la acusación, dando detalles de la forma de comisión de éste”.
La sentencia señala que: “En cuanto al delito de robo: con los elementos anteriores de prueba el Tribunal adquirió la convicción más allá de toda duda razonable que el día 3 de mayo de 2014 en horas de la madrugada terceros, quienes se trasladaban en automóviles, ingresaron al Servicentro Terpel ubicado en calle Comercio de la comuna de Requinoa, ingresando a la dependencia donde se encontraba un cajero automático, el cual explotaron a través de un cilindro de gas, con la intención de sustraer el dinero contenido en el mismo, lo que no ocurrió, por lo que huyeron del lugar, hechos que constituyen un delito de robo del artículo 443 bis del Código Penal, en grado de desarrollo de tentado, porque el autor dio principio de ejecución del ilícito por hechos directos, sin embargo faltaron uno o más para su complemento”.
La sentencia, además, indica que: “Favorece al acusado respecto de los tres delitos por los cuales se le acusó la atenuante de colaboración sustancial contenida, en el numeral 9 del artículo 11 del Código Penal, por cuanto sus declaraciones prestada en el juicio oral, fueron una contribución para el esclarecimiento de los hechos materia de juicio (…). De igual forma le favorece la atenuante de reparar con celo el mal causado, en lo que respecta a los delitos de receptación e infracción al artículo 192 letra e) de la ley 18.290”.
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