310 viviendas de la Región de O’Higgins accedieron a la Calificación Energética este 2018

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-La evaluación permite que los propietarios conozcan el porcentaje de eficiencia energética con que cuenta el inmueble, analizando su temperatura, iluminación y producción de agua caliente, entre otros.
Temperatura confortable, iluminación y producción de agua caliente sanitaria son parte de los requisitos que debe cumplir una vivienda para obtener la Calificación Energética. Este instrumento, diseñado por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (MINVU) y por el Ministerio de Energía durante el primer mandato del Presidente Sebastián Piñera, tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de las familias de forma estandarizada, entregándoles información relevante sobre la eficiencia energética con que cuenta su hogar. 
En términos generales, esta herramienta permite tomar —por ejemplo—, una decisión informada a la hora de comprar una vivienda, y así optar por la que represente un mayor confort térmico y/o por la que considere el uso de equipos eficientes, o con energías renovables no convencionales. 
En la Región de O’Higgins, hasta septiembre de este 2018, 310 viviendas han sido calificadas por el MINVU. Al respecto, el Seremi del ramo, Francisco Ravanal, expresó estar muy contento con la evolución que ha tenido el proceso de Calificación Energética en O’Higgins. “Cada vez son más los interesados en tener viviendas con buenos estándares, y que quieren contribuir en la disminución de gases del efecto invernadero, que son los responsables del calentamiento global”, agregó. 
EL PROCESO
Todas las viviendas pueden acceder a la calificación energética. Para ello, el propietario debe contratar un calificador acreditado por el MINVU, quienes en su mayoría son arquitectos, ingenieros o constructores civiles.
El costo de una calificación varía según el especialista, y la vivienda que se debe evaluar (0,9 UF por calificación unitaria y hasta 10 UF por comités). En el caso de las viviendas entregadas a través del Fondo Solidario, DS 49, las entidades patrocinantes pueden acceder a un Subsidio de Asistencia Técnica para calificarlas. 
En este sentido, los proyectos de Integración, DS 19, pueden optar a un puntaje adicional si todas las viviendas del conjunto logran una precalificación superior al 50% de ahorro energético.
Para emitir la evaluación, se valora el proyecto según plano y especificaciones técnicas, con recepción municipal y con la documentación que acredita al propietario. La calificación tiene una duración de 10 años, o hasta que se realice alguna modificación que altere los parámetros del inmueble. “Se toma el diseño de la vivienda a calificar, y se compara con otra vivienda de similares características, pero que cumple con las exigencias mínimas establecidas en la reglamentación térmica de la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones (OGUC)”, explicó Francisco Ravanal. 
Si las viviendas cumplen con los estándares requeridos, se les etiquetará con una calificación que va desde la A+ hasta la G, siendo esta última la menos eficiente. “El estándar actual de construcción, establecido en el artículo 4.1.10 de la OGUC, se encuentra en la letra E, aunque hoy más del 50% de las viviendas sociales cuentan con una calificación superior. Para nosotros es importante mejorar nuestros estándares de construcción e incentivar la eficiencia en el uso de la energía, tanto en el ámbito público como en el privado. Esto, para contribuir con el medio ambiente y para mejorar considerablemente la calidad de vida de los chilenos y chilenas”,  finalizó la máxima autoridad regional de Vivienda.