Este sábado 23 de noviembre, en los jardines donde está la Gruta, se realizará la Fiesta de La Luz, donde toda la familia podrá disfrutar de una serie de actividades como bailes, cantos y venta de anticuchos; además de sorteos y venta de bonos que irán en ayuda de la obra social que realiza la parroquia.

 

 Como es tradición en todo el mundo, el último domingo del año litúrgico, la Iglesia Universal celebra la Fiesta de Cristo Rey, que fue instaurado por el Papa Pio XI (1925), y que busca recordar las palabras de Cristo ante Pilato cuando declaró que “Él era el Rey y que lo que venía a instaurar era el Reino de Dios”.  Es así como durante toda la semana en la parroquia de Rancagua -que lleva el mismo nombre de la Fiesta-, se han realizado importantes actividades que ha tenido como telón de fondo la Gruta de Lourdes, monumento cultural de la Región de O’Higgins, que a la fecha cuenta con más de 8 mil personas que solicitan que no sea expropiada. 

 

Las actividades, que comenzaron el lunes 18 de noviembre con una representación de los grupos pastorales, y que finaliza este domingo 24 de noviembre con una misa solemne; espera que este sábado acudan cientos de familia, que, disfrazados de ángeles, santos y/o animales, disfruten de una entretenida tarde, la que partirá a las 17.00 y concluirá a las 20.00 horas. 

 

La Gruta Lourdes escenario de la comunión

El párroco de la iglesia Giacomo Valenza, explica que “la Fiesta de Cristo Rey, es una declaración pública de que Cristo es el Rey de nuestras vidas, el Rey de reyes, el Principio y el Fin de todo el Universo. Con esta fiesta se busca que las personas sientan que vale la pena buscar a Jesús, ya que vivir en el Reino de Dios vale más que todos los tesoros de la tierra”. A ello agrega que “esta celebración cobra aún más sentido dada todo el sufrimiento que hemos visto en las últimas semanas en Chile, por lo que es importante que la Iglesia lleve un mensaje de paz y comunión a las personas”.

 

Cabe recordar que el proyecto de Serviu y Vialidad, prevé ensanchar la Calle Baquedano de la Ciudad de Rancagua, recortando Mt 6, a la propiedad del Cottolengo – Cristo Rey, con la consiguiente desaparición de la conocida Gruta de Lourdes, la cual tiene una existencia de casi 100 años.