El Director Regional Prochile, Región de O´Higgins, Gabriel Rodríguez, fue el encargado de efectuar las presentaciones de rigor en este evento, y de delinear los alcances del Programa de Internacionalización para la Agricultura Campesina (PIAC) que ha propiciado distintas instancias de participación de las empresas campesinas con potencial exportador de la Región de O’Higgins, las cuales han recibido financiamiento y apoyo en asesoría al fortalecimiento organizacional, asesoría de plan de negocios y asesoría para la creación de empresas de segundo piso, entre otros.
El Director Regional del INDAP O’Higgins, Eduardo Fraser, precisó que este tipo de instancias de encuentro entre especialistas y productores reafirma el interés que existe en la búsqueda de nuevas oportunidades de negocio para la Agricultura Familiar Campesina, tal como está planteado en el programa para mejorar la competitividad del sector que fue impulsado el año 2006 por la Presidenta Michelle Bachelet, donde se le reconoce como pilar fundamental de la economía rural.
En este sentido, destacó los esfuerzos que el Ministerio de Agricultura a través de INDAP están realizando hacia la profesionalización de los agricultores, la innovación, su diversificación productiva y de mercados. Cabe destacar que a través del Programa de Alianzas Productivas, desde el año 2008 INDAP O’Higgins apoya a 35 usuarios (apicultores) de Litueche, Marchigue y Lolol a través del sistema de Comercio Justo, fruto de un convenio con APICOOP LTDA. de Paillaco (Región de Los Ríos) para exportar a Inglaterra. INDAP O’Higgins ha firmado un contrato por 3 años con APICOOP LTDA con el propósito de extender el sistema de Comercio Justo en el secano y en la zona de riego del Area Rancagua y Doñihue (aumentar cantidad de usuarios participantes como proveedores). Por otra parte, existen en la Región de O’Higgins usuarios del INDAP que tienen orientación orgánica en los rubros apícola, quínoa y aceite de oliva que se están abriendo paso en este ámbito productivo.
El Seremi de Agricultura, Horacio Merlet, delineó la política ministerial de trabajar para convertir a Chile en una Potencia Alimentaria y Forestal, y el fuerte apoyo que el Gobierno ofrece para el desarrollo de los pequeños productores, quienes están cada día mejor preparados para enfrentar los exigentes desafíos del mercado.
Entre los temas abordados en el seminario estuvo la situación actual del Comercio Justo y la producción orgánica en Chile, a cargo del general manager de la empresa comercializadora de Comercio Justo, Comparte S.A., Gerardo Wijnant; y el gerente general de la empresa certificadora orgánica internacional BCS-Chile, Luis Meléndez. Las oportunidades para productos orgánicos y de Comercio Justo en el mercado de Europa, especialmente los casos de Alemania y Suecia, fue abordado por Anja Brachmuller, de Fair Trade Company “El Puente”, y Nicolas Berglund de North & South Fair Trade.
Más tarde se realizó un taller interactivo y clínica de productos entre los especialistas presentes, la presentación de casos exitosos de empresas exportadoras y empresas con potencial para el mercado europeo de Comercio Justo y agricultura orgánica.
Gerardo Wijnant, Gerente General de Comparte, Ingeniero Civil Industrial, precisó que el Comercio Justo se aprecia como una luz esperanzadora en un momento de crisis financiera global que ha afectado a todos los rincones del planeta. “Casi la mayoría de líderes políticos han manifestado que es necesario poner en práctica ciertos valores éticos en el accionar de la economía. Es un concepto que se ha asentado con fuerza en Europa, en Estados Unidos y en muchos países desarrollados, lo cual augura que podría configurarse en un espacio de mayor visibilidad en nuestro país. Hoy los consumidores son personas cada día más informadas que, al momento de adquirir un producto, integran una dimensión ética en su decisión, exigiendo bienes más sanos y amigables con el medio ambiente; el comercio justo permite, además, que los consumidores contribuyan, mediante su compra, a mejorar el bienestar de personas con menores oportunidades, en este caso de artesanos y pequeños productores”, apuntó.
A nivel internacional el movimiento se ha profesionalizado a través de esquemas de Certificación de Comercio Justo, como IFAT- WFTO (la Organización Mundial de Comercio Justo). Hoy existe el sello FLO, Fair Trade Labelling Organization, que asegura al consumidor condiciones de producción dignas, un pago justo y que genera productos que privilegian la cultura de las comunidades de origen. En nuestro país, existen entidades que llevan bastante tiempo apoyando a productores en la comercialización de sus bienes hacia mercados externos y en la capacitación.
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